viernes, 19 de abril de 2013


LO QUE ME OBLIGAN A ESCRIBIR CUANDO DEBERÍA ESTAR HACIENDO OTRAS COSAS.


Me gustaría transmitir al público español este abrir la ventana y respirar aire fresco, primaveral, el canto de los pájaros, los aires que por allí no se respiran, los aires de un país que reconoce la victoria de Nicolás Maduro en Venezuela.
Algo bueno teníamos que tener.

Sólo hay algo peor que los periódicos españoles de la derecha extrema, como el Mundo o La Razón, y son los periódicos de extrema derecha, como El País, golpista, fascista, pitiyanqui, colonialista.

Me decía mi amigo Jorge que yo le había dicho, no me acuerdo, de que estos tiempos estaban siendo, ante todo, aquellos en los que todos se iban quitando su careta. Así está ocurriendo... resulta que los humildes sólo habíamos tenido para comprarnos una careta, mientras ellos tienen muchas. Pero las están perdiendo a pares.

Ya basta. Entiendo que perder en tu propio campo es muy doloroso. Ese campo de urnas y papeletas que, una vez cada cuatro o seis años, pretendían que sólo sirvieran para llenar y vaciar urnas con papeletas, ante el bobo aplauso de todos... y perder en el último minuto, con un gol legal pero que ellos quieren ver en fuera de juego, escuece mucho.
No importa que sea el mejor sistema electoral del mundo, ni los cientos de observadores internacionales (¿se imaginan un observador venezolano en las elecciones de EEUU? Imaginen, imaginen, pues no lo verán nunca)... y nada de eso importa.

Tampoco importan las escuelas, ni los hospitales, ni la reducción de la pobreza... no importan los nueve asesinatos recientes, nueve muertos...

Tengan cuidado, lo mismo también nos cansamos nosotros de darle importancia a las cosas, de asumir golpe tras golpe, de admitir los resultados cuando no nos salen como queríamos. Quizás nos hartemos de mantener el equilibrio, de poner la otra mejilla... hemos pasado muchos años guardando las formas, trabajando ocho horas mientras ustedes no trabajaban ninguna, sólo por malvivir en paz las 16 horas restantes, sin hacerles muchas preguntas.

Decía Ehrenburg que no hay mejor combatiente que el que ama la paz... eso decía cuando en España, tras unas elecciones se dio un golpe de estado y se inició una guerra civil... un golpe de estado igual que el que ustedes, señores del País, apoyaron en Venezuela en el 2002, y el que estaban alentando desde el pasado domingo.

Pero seamos optimistas. Los artículos golpistas de los periódicos españoles, profundamente reaccionarios, sirven para muchas cosas positivas.
Tengan cuidado con lo que escriben. Quizás, al ver sus mentiras palpables, vivas, claras, de lo que pasa hoy en nuestra cara, empecemos a replantearnos todo lo que nos habrán mentido sobre las cosas que nos han dicho sobre tiempos y países lejanos. Quizás terminen siendo sus panfletos furiosos la mejor escuela para muchos, que se harán sabios leyéndoles al revés.

Les dejo, señores del País, yo tengo que trabajar.

LOMJE.

2 comentarios:

  1. Maravillosa es tu furia querido amigo. Es la que portamos desde hace mucho, muchos.
    A estos, que dan el tipo de grandes demócratas y estadistas, si no los despeina el viento, los va a despeinar la historia.
    LOMJE

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